La otoplastia se realiza, según el caso o la preferencia del cirujano, por diferentes técnicas, en su gran mayoría con abordaje por detrás de la oreja, resecando cartílago, colocando puntos, y/o debilitando los cartílagos.
Este procedimiento tiene una duración de una hora por oreja aproximadamente. Se realiza bajo anestesia local en la mayoría de los casos, o general según el tipo de paciente y su escogencia. Es de carácter ambulatorio.
En el postoperatorio se producen dolor, inflamación, equímosis (morados), los cuales tienen una duración de alrededor dos semanas.
Dentro de los eventos adversos se encuentran infecciones, hematomas, pérdida de la forma de la oreja por soltarse los puntos o los vendajes, cicatrices. Los riesgos anestésicos y quirúrgicos son similares a los de otros procedimientos quirúrgicos.
La recuperación implica dormir sin presión en las orejas, el mantener vendajes durante alrededor de 10 días y posteriormente balaca o gorros que mantengan las orejas en posición y las protejan de tracciones o dobleces, realizar actividades normales, controles médicos. Además el uso de antibióticos y analgésicos. La incapacidad depende básicamente de la actividad laboral del paciente por la inflamación, pero puede estar entre dos a cinco días.