Cirugía Plástica General

Testimonio de un milagro de Dios y milagro científico. El 29 de octubre del año 2005 sufrí un grave accidente, un camión me atropelló, me molió el brazo derecho en gran parte y el antebrazo, me partió siete costillas y el lado derecho del abdomen también sufrió, me trasladaron a la ciudad mas cercana a una clínica muy prestigiosa y el diagnóstico de una cirujana plástica fue desarticulación del brazo por contaminación con el barro del derrumbe y el mal estado del mismo, aunque no perdí movilidad de los dedos ya que había perdido mucha piel y músculo pero los tendones funcionaban bien, desde el primer instante no quise aceptar tal diagnóstico.

Mi accidente fue un día sábado y pasaron cuatro días de limpieza quirúrgica y el brazo no mejoraba nada y mi estado era más crítico. Reunieron a mi familia para hacer una junta médica con diagnóstico de desarticulación del miembro superior derecho, situación que yo no acepté por lo que solicité remisión a Bogotá para otro concepto. Me llevaron a la Clínica Marly en la ciudad de Bogotá y donde llegue con mis cinco sentidos, llamaron al ortopedista para la desarticulación del brazo pero al mirarlo y decirle que yo movía los dedos y que había funcionalidad vio la posibilidad de salvarlo porque los exámenes de infectología no daban positivo lo que significaba que no había infección y había la posibilidad de reconstruirlo. Entonces el ortopedista llamó a quien de ahí en adelante se convertiría en mi ángel salvador el Doctor Fabian Cuevas Navarrete. Y ahí empezó el trabajo de mi gran amigo cirujano plástico Fabián Cuevas con injertos y colgajos de mi abdomen se salvo mi brazo de ahí en adelante solo fueron cirugías y cirugías en la Clínica Marly. Creo que tengo el record de entradas por ambulatoria y hospitalización en la Clinica Marly a la cual le doy mis agradecimientos por todas la atenciones que recibí, sus médicos y enfermeras, los anestesiólogos y ayudantes de cirugía, en fin y a Dios que me dio la fortaleza para que reconstruyeran mi brazo.

Aquí quiero agradecer infinitamente al doctor Cuevas Navarrete por la dedicación, por su persistencia en que el brazo recobrara la mejor apariencia y quedara funcional 100%, y lo ha logrado, ya es muy poco lo que queda de aquel brazo molido y feo en su aspecto, ha quedado de una apariencia única, las personas que lo vieron en aquel entonces y lo ven ahora les parece increíble el trabajo que realizó el doctor Cuevas, Dios lo guarde y lo bendiga por la paciencia que ha tenido conmigo y ojalá este testimonio lo lean muchas personas que de pronto han sufrido un accidente y su apariencia es terrible, hay un médico experto en expansores que logra corregir esas cicatrices feas, de verdad que la apariencia es magnífica, si quieren comparen las fotos de antes y después, es increíble.

Doctor Fabián, Dios lo bendiga.